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Alexia Illingworth

La Maleta


Te fuiste después de tanta lucha te fuiste, agarraste tu maleta y comenzaste a guardar los te amos, muy en el fondo con mucho cuidado para que no se perdieran en el trayecto, seguiste buscando rápidamente entre los cajones y encontraste los recuerdos, los metiste en una caja que decía valioso y los guardaste, seguiste caminando por la casa desesperado buscando algo y debajo de la cama las encontraste estaban ahí escondidas las risas, las miraste fijamente y sonreíste las tomaste fuertemente y las pusiste en la maleta.


La búsqueda continuaba y yo solamente te seguía, yo no sabía donde estaba lo que buscabas con tanta desesperación y de la nada en el fondo del clóset encontraste el amor, estaba impecable, sin un rasguño después de 4 años, lo tomaste delicadamente y me miraste yo sabia que había entre tus manos, abriste la bolsa donde estaba guardado, me acerqué y tomé un poco para quedármelo, mientras tú lo guardabas. Pero tu ritmo había cambiado, estabas tranquilo viendo cómo acomodarlo para que no se dañara, para que la maleta lo cuidara.


En el resto de la casa encontraste la complicidad, el cariño, la entrega y uno por uno ibas guardándolo en tu equipaje. Cerraste lentamente la maleta, caían lágrimas de tus ojos, y de los míos también. Nos abrazamos fuertemente un abrazo que duró años, vidas, duro recuerdos, momentos, te amos; tomaste tu maleta y yo te acompañé a la puerta, el dolor era inmenso pero tenías que irte y yo quedarme, tenías que seguir tu camino y yo el mío, poco a poco ibas desapareciendo a lo lejos, pero siempre con la maleta entre tus brazos, esa maleta que guardaba lo más valioso que tuvimos durante tantos años.


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